Arreoleadas y arreolitos de humor
Palabras clave:
Juan José Arreola, Humor en la literaturaResumen
No es casual que Juan José Arreola se defina como un juglar, y así lo dice un personaje de sus primeros textos: “En otros tiempos yo hubiera sido un juglar, un mendigo, un narrador de cuentos y milagros. Descubro mi vocación demasiado tarde, alcanzada la madurez y a la mitad de un siglo en donde no caben ya esta clase de figuras” (“El fraude”). De allí el título de los años ochenta, El último juglar. Dice Arreola: “La gente piensa para hablar; yo hablo para pensar”. Equivaldría a que, si reírse es liberarse, él se libera para poder reírse. Arreola se libera —esa libertad con la que lo caracterizaba Borges— riéndose de las situaciones propias y ajenas, de sí mismo y de los demás. Las alas de la libertad están ligadas con ataduras de desapego, y la risa —una risa reflexiva— mostró el camino a nuestro único juglar en la literatura mexicana.